Add parallel Print Page Options

Y conozco que ese hombre, no sé si en cuerpo o en espíritu, sólo Dios lo sabe, fue llevado al paraíso y allí escuchó unas palabras tan maravillosas que no se pueden pronunciar y que a ningún hombre se le permiten repetir. Yo podría presumir de ese hombre, pero no de mí mismo, excepto de mis debilidades.

Read full chapter